La empresa de movilidad eléctrica BasiGo, tiene previsto llevar a Kenia más de 1.000 autobuses eléctricos de 25 y 36 plazas para que los adquieran los operadores de autobuses en los próximos cinco años.
Los “matutus” de Kenia ― taxis que son furgonetas o mini autobuses ― son un medio de transporte muy popular, pero sus motores diésel generan mucha contaminación. El centro de Nairobi, a menudo conocido por sus caóticas y atascadas calles, es el escenario de varios experimentos pioneros de transporte público electrificado.
El pasado 23 de febrero, la empresa de vehículos eléctricos y financiación BasiGo, con sede en Nairobi, comenzó la primera prueba piloto de dos autobuses eléctricos con proveedores de transporte público. Los autobuses proceden de BYD Auto, el mayor fabricante de autobuses eléctricos del mundo, y aunque los autobuses piloto se importaron completamente construidos, el objetivo final es que los autobuses de BasiGo se ensamblen localmente.
«Nos hemos asociado con dos operadores de vehículos de servicio público en Nairobi para nuestro programa piloto», dice Jit Bhattacharya, director general y cofundador de BasiGo. «Tras nuestro programa piloto, ofreceremos autobuses eléctricos a todos los propietarios, cooperativas de ahorro y crédito y empresas que actualmente operan autobuses urbanos en Kenia. Hasta ahora, los autobuses diésel han sido la única opción tecnológica para los operadores de autobuses en Nairobi.».
Hasta el momento, BasiGo ha recaudado alrededor de 1 millón de dólares en concepto de financiación inicial, que utilizará para demostrar la viabilidad del modelo de autobús eléctrico.
«Paralelamente al lanzamiento de nuestro piloto, también aceptaremos reservas para la venta de nuestros primeros autobuses eléctricos exclusivamente para operadores en Nairobi. Estos autobuses se entregarán a los clientes a finales de año», añade Bhattacharya.
BasiGo afirma que los propietarios de autobuses pueden adquirir un autobús eléctrico por el mismo coste inicial que un autobús diésel de tamaño equivalente. También pretenden mejorar la asequibilidad a través de un modelo de financiación que permite a los operadores pagar la batería y la carga por separado a través de un acuerdo de financiación «pay-as-you-go».
Los propietarios de los autobuses pagarán a BasiGo una suscripción de «pago por uso» basada en los kilómetros recorridos cada día. Este abono cubre toda la carga y el mantenimiento en los depósitos de BasiGo, así como el alquiler de la batería del e-bus», dice Bhattacharya.
Los autobuses están diseñados para recorrer 250 km con una sola carga, lo que les permite funcionar todo el día sin tener que recargar. Los operadores devolverán el e-bus a un depósito de carga propiedad de BasiGo y operado por ella cada noche, donde también recibirán mantenimiento.
En Kenia, los autobuses eléctricos podrían producir un 95% menos de emisiones de CO2, dado que la mayor parte de la electricidad del país procede de fuentes renovables como la hidroeléctrica y la geotérmica. El precio de explotación de un vehículo — que actualmente está sujeto a los caprichos del mercado de los combustibles ― podría ser más predecible.
BasiGo no es el primer proveedor de vehículos eléctricos del mercado. Opibus, un fabricante sueco-keniano de vehículos eléctricos; EkoRent Africa, una empresa finlandesa-keniana que gestiona un servicio de taxi totalmente eléctrico; Ecotrify, un proveedor e instalador de infraestructuras de movilidad eléctrica; y Kiri EV, un fabricante de bicicletas eléctricas. Todas ellas están introduciendo planes paralelos para el transporte eléctrico.
Por ejemplo, en diciembre de 2021, tras completar con éxito un programa piloto, Opibus se asoció con Uber para desplegar 3.000 motocicletas eléctricas para los conductores africanos en 2022. La presencia de Uber en 16 ciudades africanas permitirá a Opibus acelerar la adopción masiva de vehículos eléctricos en todo el continente, dicen los socios.
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