Autobuses más limpios y flotas más grandes. Conclusión a la que llegó el propio sector de autobuses europeo.
La UITP presentó en abril el análisis de flotas de autobús «Bus Fleet Survey 2023», iniciativa del Comité de la Industria de Vehículos y Equipos de la UITP, basada en una encuesta realizada a 54 organizaciones (40 PTO y 14 PTA) en 21 países europeos.
Actualmente, alrededor de una cuarta parte de todos los autobuses incluidos en la encuesta tienen cero emisiones y para 2027 esto se duplicará, lo que dará como resultado una flota de autobuses de energía limpia del 52%, que aumentará al 70% en 2030.
Los autobuses eléctricos pasarán de los 1.621 que había en 2022 a casi 11.000 vehículos en 2030, lo que los convertirá en más del 50% de toda la flota si finalmente la evolución real sigue a la encuesta del sector. La mayoría de esos autobuses cargarán durante la noche mediante un enchufe, aunque también se utilizarán otras tecnologías como la carga de oportunidad. Además, los trolebuses de batería también aumentarán hasta alcanzar casi 1.000 unidades, un aumento de más del doble. La UITP afirmó que este cambio se producirá sobre todo en Europa occidental, así como en Europa central y oriental, que albergará alrededor del 65% de los trolebuses de Europa.
Se espera que los autobuses diésel disminuyan de un total de 12.000 a 4.700 vehículos, alrededor del 22% de toda la flota para 2030. Según la encuesta, el número de autobuses a gas natural se mantendrá prácticamente estable en alrededor de 2.500 vehículos a lo largo de la década (alrededor del 11% del total analizado), aunque su protagonismo se desplazará hacia el este, alejándose del sur de Europa.
Más autobuses en funcionamiento en Europa.
Tomando en cuenta las más de 40 organizaciones de toda Europa que compartieron los datos de evolución de su flota, el tamaño de la flota total de autobuses europea aumentará alrededor de un 6% para 2030. En Europa Occidental, el aumento alcanzará un impresionante 10%. Más concretamente, según el documento, el tamaño de la flota de autobuses aumentará un 11% en las zonas urbanas de entre 100.000 y 250.000 habitantes y el número de autobuses articulados crecerá en todas las regiones de Europa.
La UITP concluyó que aún queda progreso por hacer, puesto que, por un lado, los vehículos diésel y de gas seguirán formando parte de la flota de autobuses en 2030, por otro, casi un tercio de las organizaciones aún no han adoptado ninguna metodología para calcular las emisiones de carbono y, finalmente, el sector como tal, ha identificado la falta de inversiones estables y de una planificación financiera fiable que les permita afrontar el alcance del desafío.
En última instancia, el informe menciona la influencia de la eficiencia de las flotas de autobuses. Una flota energéticamente eficiente hace más con menos. Liberar costes para gastar en otros lugares y energía para la electrificación de otros operadores/servicios.