La utilización de este modo de transporte está aumentando progresivamente, con un crecimiento del 70% en los últimos años.
Una autopista aérea, una senda sobre el Támesis y dos innovadores proyectos sumarán 230 kilómetros, con lo que ayudarán a Londres a conseguir el hito de ser la ciudad europea con el carril para bicicletas más largo del continente. Por otra parte, los carriles segregados a los márgenes de las calzadas también se ampliarán, con el objetivo de aumentar la seguridad de los ciclistas y reducir el porcentaje de accidentes mortales (que se sitúa en un 20%).