Gracias al proyecto IMPROVE LIFE, se podrán proponer medidas para lograr un transporte público más limpio.
La iniciativa, que ha sido promovida por el CSIC y TMB, comenzó en el pasado mes de enero mediante la instalación de diversos equipos de medida en una estación de la línea 5 de metro. El objetivo es medir el nivel de concentración de micropartículas en suspensión (PM), tanto en momentos de circulación normal como en los trabajos de renovación de vías. Hasta el mes de septiembre de 2016, se tomarán muestras en varios puntos de la red de Barcelona, que posteriormente servirán para elaborar políticas de actuación que persigan mejorar la calidad del aire en las estaciones subterráneas. El proyecto está cofinanciado por el programa LIFE + Environment, Policy and Governance de la Comisión Europea.