El 1 de febrero ha entrado en vigor el nuevo protocolo que introduce una serie de modificaciones respecto al anterior, especialmente en los límites de contaminación y en los vehículos de cero emisiones, que junto con las motos no se verán afectados.
Algunos de los cambios recogidos consisten en mantener los tres niveles de alerta pero rebajando la concentración máxima permitida, de manera que cuando se alcancen los 180 microgramos/cm3 se produzcan limitaciones en la velocidad y se restrinja el aparcamiento. La nueva normativa contempla incluso la posibilidad de restringir por decreto la totalidad del tráfico en la M-30 y la almendra central en situaciones muy excepcionales, cuando se superen los 400 microgramos de NO2 por metro cúbico y la meteorología sea desfavorable.
Del mismo modo se modifica el aviso a la población, que se producirá con un día de antelación, con el fin de que los ciudadanos dispongan de tiempo suficiente para buscar una alternativa de transporte.