El plan incluye la previsión de acometer una serie de infraestructuras por un importe de 30,3 millones de euros, a lo que habría que añadir un gasto anual de otros 9,2 millones anuales de gastos de explotación.
El consejero de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Fernando Lastra, presentó el pasado 4 de enero el Plan para la Movilidad Multimodal del Área Metropolitana de Asturias, que espera a finales de mes pueda salir a exposición pública durante un periodo de 60 días. Uno de los principales objetivos es, en palabras del consejero, «apostar por el transporte multimodal y sostenible».
Para su desarrollo se realizaron más de 31.000 encuestas en 39 municipios que permitieron a los redactores del plan, técnicos de la Agencia Asturiana de Transporte y de la consultora Doymo, conocer el estado actual de la movilidad en la región con el fin de proponer medidas que permitan un transporte más sostenible en la frontera de 2030. Los datos indican que hay 2,4 millones de desplazamientos diarios en la zona central de Asturias, de los que el 50% son a pie. Pero el dato negativo es que el 38,8% son en vehículo privado, siendo un 40% de estos para desplazamientos de menos de diez minutos de duración. Es ahí donde el Principado quiere hacer especial hincapié y conseguir que el uso del coche se reduzca al 22% dentro de once años. Eso supondrá eliminar unos 400.000 desplazamientos en vehículo privado diarios, de los que 300.000 pasarían a ser a pie o en bicicleta y los 100.000 restantes, en autobús o ferrocarril.
Los técnicos proponen medidas disuasorias para el uso del vehículo privado e incentivadoras del transporte público. Entre las primeras estarían, por ejemplo, potenciar la peatonalización de las zonas centrales de las ciudades, incrementar el precio del aparcamiento regulado, establecer zonas 30, es decir, «racionalizar su uso». En cuanto a incentivar el uso del transporte público, se pretende mejorar la coordinación entre los diferentes modos de transporte, mejorar los servicios, establecer plataformas reservadas para autobuses en el centro de las ciudades y establecer unos aparcamientos disuasorios (Park&Ride) cerca de las estaciones que sean gratuitos para aquellas personas que vayan a utilizar el transporte público.
El plan incluye la previsión de acometer una serie de infraestructuras por un importe de 30,3 millones de euros, a lo que habría que añadir un gasto anual de otros 9,2 millones anuales de gastos de explotación. Estas inversiones deberían ser compartidas entre los ayuntamientos, el Principado y el Estado, dependiendo de la titularidad de las vías en las que se vaya a actuar.
Con todo ello, los técnicos esperan rebajar un 30% las emisiones contaminantes en Asturias, habida cuenta de que el transporte es el principal elemento emisor de sustancias nocivas a la atmósfera.
