El pasado mayo se presentó un acuerdo para las infraestructuras y servicios ferroviarios, suscrito entre la Generalidad de Cataluña y cinco ayuntamientos dl Camp de Tarragona.
A partir de la entrada en servicio del nuevo corredor Vandellòs-Vilaseca, el Departamento de Territorio y Sostenibilidad y los alcaldes de Tarragona, Reus, Cambrils, Salou y Vilaseca pactaron las prioridades para las infraestructuras de este ámbito territorial. Esta obra se ha considerado como estratégica desde diversos ámbitos sociales y económicos, como un elemento clave en el desarrollo del Corredor Mediterráneo (que concentra el 40% de la población y el 50% del PIB estatal) y para la economía de Cataluña y del resto del Estado. El desdoblamiento del trazado entre Vandellós y Tarragona, hasta el momento de vía única, se convierte en una inversión fundamental para la generación de un verdadero eje de comunicación entre el Norte de África y el Sur de Europa, eje que la propia Unión Europea ha situado como prioritario.
El acuerdo entre las administraciones pretende reorganizar los servicios de Cercanías del Camp de Tarragona y los servicios regionales, sobre todo la conexión con Barcelona. La planificación prevista incluye una interesante mejora del número de expediciones diarias y una ligera reducción de la duración de los trayectos.
Sin embargo, este pacto incluye un aspecto que desde CCOO del Camp de Tarragona consideramos especialmente negativo. Tal y como se ha denunciado desde diversas plataformas con las que trabaja nuestro sindicato, la supresión de la actual línea en funcionamiento entre L’Hospitalet del’Infant y Port Aventura es una noticia muy negativa para la movilidad sostenible. Cabe recordar que este tramo da servicio a cerca de 700.000 personas cada año, con una tendencia a incrementar su demanda (el año pasado el transporte público creció más de un 5% a esta zona).
Con esta configuración, tanto la ciudad de Tarragona como su entorno metropolitano quedarán sin conexión directa con el Corredor Mediterráneo, lo que reducirá potencialidad económica en sectores como el turismo o la industria, y dificultará los desplazamientos de los usuarios/as para desplazamientos habituales, como acceder a los centros de trabajo.
Hay que considerar que el acuerdo institucional incluye referencias para generar un nuevo servicio con formato de tren-tranvía desde Cambrils hasta Reus, pasando por Salou y Tarragona. Pero este proyecto no tiene prácticamente concreción técnica, plazos o dotación presupuestaria, por lo que no resulta una alternativa a la línea ferroviaria de la costa, ahora en funcionamiento.
Una vez más, nos encontramos ante una situación discriminatoria, dado que cuando se plantea un cambio en la red viaria siempre se planifica un servicio alternativo. En el caso del transporte público no es así, con un importante agravio para buena parte de la población que de este depende, cuando habría que ampliar estas redes por motivos de competitividad, sostenibilidad y de equilibrio territorial.
Así, desde CCOO consideramos que habría que replantearse el pacto mencionado en los siguientes términos:
- Mantenimiento del ramal ferroviario de la costa, al menos entre Cambrils y Tarragona.
- Creación de una mesa de negociación, formada por las administraciones implicadas, representantes de los usuarios / as y los sindicatos de las empresas operadoras, para definir un servicio alternativo de tren-tranvía y valorar su trazado final.
- Acuerdo entre el Gobierno central y la Generalitat para dotar económicamente la construcción del nuevo servicio público.
