Los viajeros entre 25 y 34 años han pasado en 10 años de representar el 30,5% al 21,6%.
El perfil medio del usuario del metro de Madrid no ha cambiado mucho en 10 años. En 2017, año en que usaron este método de transporte 626 millones de usuarios, el perfil medio era una mujer que usaba el metro de lunes a viernes para ir y volver de su puesto de trabajo, sin transbordos y utilizaba el abono de transportes para moverse. Una década después, usaron ese medio de transporte 687 millones de usuarios. Y el perfil medio sigue casi idéntico. Con una excepción: la edad de esa mujer. En 2007 tenía entre 25 y 34 años. En 2017, entre 35 y 44.
Los jóvenes de entre 25 y 34 años son el grupo que más ha mermado en el suburbano. En 2007 eran el mayor grupo de Metro Madrid, suponían un 30,5%. Diez años más tarde solo representan un 21,6%. La pérdida de población joven, la crisis de fecundidad y la crisis económica pueden contribuir a explicar esta evolución.
Por el contrario, destaca el ligero aumento de los usuarios de entre 16 y 24 años debido sobre todo al reducido precio del abono mensual joven: 20 euros. Entre los grupos más maduros, entre 45 y 54 años y los de más de 54 años, la proporción ha aumentado también bastante, pasando de un 14% en 2007 los primeros, a un 17,6% en 2017. Y los segundos, de ser un 11,8% hace 10 años han pasado a representar un 17,1%. Las mujeres siguen siendo mayoría; tanto en 2007 como en 2017, son un 58% de los usuarios del suburbano.
Por su parte, el uso del abono de transporte ha aumentado considerablemente. Un 77,2% de madrileños lo emplea en 2017 frente al 60% de 2007. Este incremento se debe, en parte, al mayor aumento relativo del precio del billete de 10 viajes.
Las encuestas realizadas también han estudiado el motivo de los desplazamientos de los usuarios. El 55,8% lo utilizó el año pasado para ir a trabajar, frente a un 58% en 2007. En 2017 un 15,5% lo hizo por sus estudios (frente a un 11,6%), un 14,49% por otras cuestiones (salud, cuestiones familiares, administrativas…).
Las cifras reflejan que el año pasado superó la proporción de usuarios que utilizan el metro por ocio, que fue de un 15%, frente a un 13,5% en el año previo a la crisis.