Junto a otros 9 Estados miembros, España rebasó en 2013 uno de los límites impuestos por Bruselas.
Se trata del cuarto año consecutivo que España incumple los límites marcados para este contaminante, que procede principalmente de la agricultura. Sin embargo, y por primera vez desde 2010, sí cumple el límite asignado de óxidos de nitrógeno. La directiva europea de techos nacionales de emisión estableció que en 2010, y en adelante, los Estados miembros debían mantener la concentración de cuatro contaminantes nocivos para la salud y el medio ambiente por debajo de unos máximos prefijados. Estos contaminantes están compuestos por dióxido de azufre, compuestos orgánicos volátiles (COV), amoniaco y óxidos de nitrógeno.