El Gobierno federal de Alemania lanza un billete para combatir la inflación y los altos precios de los carburantes.
El Bundesrat, la cámara alta alemana, aprobó el 20 de mayo un paquete de medidas para descargar a la ciudadanía de la alta inflación y la fuerte subida de la energía y los combustibles. Entre ellas sobresale la introducción del abono único mensual por un precio de 9 euros que permitirá a los ciudadanos utilizar todos los transportes públicos del país municipales y regionales. El billete será válido para viajar en trenes regionales, urbanos y de cercanías, metros, tranvías, autobuses, funiculares, teleféricos y transbordadores que ofrezcan servicios públicos regulares desde el 1 de junio y por un periodo de tres meses hasta el 31 de agosto.
La medida tiene como fin atraer nuevos clientes para unos transportes cada vez más ecológicos, motivar a los ciudadanos a reducir el uso de los vehículos privados y descargar financieramente a los millones de personas que los usan a diario para acudir a trabajar o estudiar. Hasta la fecha, el abono mensual para todos los transportes públicos de Berlín cuesta 86 euros. Los clientes que ya han pagado sus abonos para los tres meses de este verano recibirán de vuelta de las distintas compañías el dinero entregado de más.
Por otro lado, el ministro federal de Transportes, Volker Wissing, afirmó que el billete por 9 euros supone una «enorme oportunidad» para la movilidad que beneficia al clima. La Federación por el Medio Ambiente y la Defensa de la Naturaleza (BUND) celebró la introducción del abono barato al considerarla como una medida que contribuye a reducir la contaminación, pero exigió a la vez que se amplíen las rutas de los transportes públicos.
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