El Ayuntamiento de Barcelona compra inmuebles abandonados a la Generalitat a cambio de que se invierta en conectar el barrio de la Marina.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, firmaron el pasado martes 27 de diciembre un convenio que permitirá que, a principios de 2018, se ponga en funcionamiento la nueva línea 10 Sur del Metro de Barcelona. El acuerdo prevé que se abran dos estaciones en el barrio de La Marina, dando respuesta así a una reivindicación histórica de los vecinos. El proyecto se financiará gracias a que el Consistorio compra a la Generalitat un paquete de inmuebles, que la administración catalana tiene en desuso, valorado en 40 millones.
El convenio es fruto del compromiso al que llegaron el pasado febrero Colau y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, cuando ambas administraciones acordaron estudiar cómo financiar la infraestructura pendiente. Tras meses de estudios y con el dinero que obtiene con la venta la Generalitat, la administración autonómica se compromete, a cambio, a destinar íntegramente ese importe a abrir dos estaciones —Foneria y Foc Cisell— en el barrio de La Marina. Cuando se inaugure la infraestructura, estas estaciones se interconectarán con el resto de líneas gracias a los intercambiadores de la Torrassa (L1), Zona Universitària (L3) y Collblanc (L5) y una conexión directa con el aeropuerto.
El Ayuntamiento de Barcelona ha adquirido así hasta cinco espacios que la Generalitat tenía en desuso. Parte de las nuevas propiedades del Consistorio están en el antiguo recinto fabril de Can Batlló. Se trata de dos naves —3.637 metros cuadrados construidos— ubicadas en los números 3-7 y 15 de la calle Mossèn Amadeu Oller del recinto Can Batlló; y de cinco solares de 10.000 metros cuadrados. El equipo de Colau destinará este espacio a equipamientos y vivienda pública.
El Ayuntamiento también compra la antigua Llotja o Borsí. Este inmueble de la calle d’Avinyó, del barrio del Gòtic, tiene 3.250 metros cuadrados y se convertirá, también como reivindicaban los vecinos, en un equipamiento vecinal. Por último, el Consistorio adquiere un solar ubicado la calle Costa i Cuixart, en las antiguas cocheras de Borbó, que se destinará a un equipamiento de barrio en el que se incluirá una guardería municipal.