El objetivo de esta actuación fue garantizar los desplazamientos imprescindibles de los usuarios. Se mantuvo abierto 6 noches consecutivas.
La Comunidad de Madrid mantuvo operativo el servicio de Metro durante toda la noche del martes 12 de Enero con el fin de facilitar la movilidad de los ciudadanos de la región. No obstante, se recomendó limitar los desplazamientos a los casos que fuesen imprescindibles. De esta manera, el suburbano madrileño permaneció en funcionamiento entre las 2.00 y las 6.00 de la mañana por cuarta jornada consecutiva, horario en el que habitualmente permanece cerrado al público.
Las noches del 9 al 10 de enero, del 10 al 11 de enero y del 11 al 12 de enero, Metro de Madrid también estuvo abierto, prestando servicio durante toda la madrugada sin que se registraran incidencias. Entre las 2.00 y las 6.00 de la mañana del 10 de enero se transportó a más de 3.800 viajeros; en la madrugada del 11 de enero, el número de usuarios llegó a 13.079, mientras que en la madrugada del 12 de Enero la cifra ascendió a 11.302 viajeros. En todas ellas, la mayoría de los desplazamientos durante esta franja horaria se produjo entre las 5.00 y las 6.00 horas. Por otro lado, el número de viajeros que se desplazó en Metro entre las 6.00 y las 8.00 horas del martes 12 fue de 134.307, un 37% más que el martes de la semana anterior.
Asimismo, y en colaboración con el Ayuntamiento de la capital, Metro de Madrid continuó facilitando espacio a Samur Social para atender a personas sin hogar en las estaciones de La Latina, Ópera, Tirso de Molina y Estación del Arte.
Por otro lado, la Comunidad de Madrid ha desarrollado un dispositivo especial durante el período invernal para hacer frente a las posibles inclemencias climatológicas que impliquen la presencia de nieve o hielo en sus instalaciones o en los accesos a las mismas, y que puedan afectar al servicio prestado a los usuarios.
Este plan de actuaciones afecta a todos los accesos a Metro, estaciones que se encuentran a la intemperie, depósitos, cocheras y tramos de vía exteriores.
Como herramienta fundamental para combatir la nieve y el hielo, las estaciones disponen de sal y equipos compuestos por cubos, palas y escobas. Cada línea mantiene una reserva estratégica de estos elementos en puntos clave para facilitar su reparto. En el caso de que agoten sus provisiones de sal, se hará una distribución de urgencia usando uno o varios trenes sin viajeros hasta los puntos que se definan para su distribución a las estaciones afectadas.
A lo largo de los días de la nevada, y con ayuda del personal de limpieza, se estuvo esparciendo sal, en particular en las zonas de andén que se utilizan para la entrada y salida de los trenes. Una vez seca la zona de paso en donde se puso sal, se comprobó que no quedasen restos para evitar caídas.
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