El Ayuntamiento de Madrid adquirió el pasado mes de septiembre el servicio de alquiler de bicicletas BiciMad por 10,5 millones de euros. El Consistorio ha decidido cambiar los GPS de las 2.028 bicicletas y reforzar la seguridad de las 165 estaciones de recarga. Las primeras pruebas, realizadas en la calle de Columela, señalan que el porcentaje de fallos de los anclajes de recarga ha bajado del 20% al 4%.
El servicio siempre ha sufrido numerosas críticas de los usuarios, que se han quejado de la falta de bicicletas y de las complicaciones que suponía el darse de alta o poder anclar las bicis con sencillez, además de la baja calidad del servicio cuando la demanda era muy alta en determinadas fechas o fines de semana. Así lo reveló, además, una auditoría municipal.
El servicio empezó en las calles más céntricas de la capital, para ampliarse de forma paulatina a otros barrios. Comenzó con 1.560 bicis y 3.120 puntos de anclaje distribuidos en 123 estaciones. La ampliación supuso que se llegara hasta 2.028 bicicletas y 4.128 puntos de recarga en 165 estaciones. Pero la adjudicataria se quejó pronto de que sufría numerosos actos de sabotaje, de que las bicicletas eran sustraídas y de que se vendían en páginas de Internet o se exportaban ilegalmente a otros países, donde eran objeto de tráfico ilícito.
El cambio de los dispositivos GPS de todas las bicicletas supondrá que todas las bicicletas tengan que pasar en las próximas semanas por los talleres de Bonopark, que será la empresa que se encargue de realizar estos cambios. De esta forma, se pretende mejorar “la identificación digital de cada bicicleta” con el nuevo modelo de seguimiento global.
Las bases y las propias bicis también sufrirán modificaciones eléctricas con el cambio de las clavijas, de forma que permitan una mejor carga de las baterías. Aparte, los anclajes contarán con guías en forma de cuñas plásticas, por lo que entrarán mejor en los distintos habitáculos de las estaciones.