La Comisión Europea se marca como objetivo una reducción del 40% de las emisiones en 2030.
Esta disminución del 40% de las emisiones totales toma como referencia los niveles del año 1990. Se trata de un ritmo más ambicioso que el de otros países como China o Estados Unidos. La Unión Europea se compromete, a su vez, a que el volumen de renovables ascienda al 27% del consumo energético en 2030. Sin embargo, ningún país tendrá metas obligatorias, sino que cada uno tendrá total libertad para diseñar su cesta energética.
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